Ruta

Tras varios años en mente con este viaje, al final nos decidimos. La Ruta 66 va desde Chicago a Los Ángeles, atravesando 8 estados (Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, New Mexico, Arizona y California), nosotros hicimos 4.614 kilómetros en total.

La primera mitad de la Ruta, desde Chicago a Oklahoma City, está bastante bien, muchas paraditas, con gasolineras y museos; ya de Oklahoma City a Los Ángeles la cosa cambia bastante, el paisaje ya es mucho más árido, hace bastante más calor, y hay muchas menos paradas (incluso algunas que son una ruina total); así que los últimos días se hizo más pesada. La mayoría de los días pasaríamos en el coche unas 5 o 6 horas y eso al final se acaba notando. También acaba cansando un poco, el tener que cambiar todos los días de hotel; pero este viaje es así, no se puede hacer otra cosa.

A la Ruta 66, le añadimos desvió al Gran Cañón, y también a Las Vegas (incluyendo Nevada, atravesamos 9 estados). Pasar tan cerca y no pasar una noche, yo no lo concebía. El Gran Cañón sigue tan espectacular como lo recordaba, y Las Vegas tan surrealista como siempre.

A otras personas del grupo les ha gustado más, pero para mí personalmente, ha sido el más flojo de todos los viajes a USA. La Ruta 66, tiene muchas variantes que han ido cambiando a lo largo de los años, incluso hay tramos que es la autovía; hoy en día es tan turística que ya no tiene mucho encanto, y por ejemplo en algunos de los bares típicos que hemos comido de la Ruta 66, ha sido donde peor nos atendieron.

Este viaje lo realizamos 6 personas (los mismos que el año pasado fuimos a Argentina), Luis y Lourdes, Pepa y Santi. 
 
Fechas: 16 al 30 de septiembre 2023.

Planing del viaje:

Día 1: vuelos a Chicago.

Día 2: Chicago.

Día 3: Chicago (IL) - Springfield (IL).

Día 4: Springfield (IL) - Lebanon (MO).

Día 5: Lebanon (MO) - Tulsa (OK).

Día 6: Tulsa (OK) - Oklahoma City (OK).

Día 7: Oklahoma City (OK) - Amarillo (TX).

Día 8: Amarillo (TX) - Santa Fe (NM).

Día 9: Santa Fe (NM) - Holbrook (AZ).

Día 10: Holbrook (AZ) - Gran Cañón (AZ).

Día 11: Gran Cañón (AZ) - Las Vegas (NV).

Día 12: Las Vegas (NV) - Barstow (CA).

Día 13 Barstow (CA) - Los Ángeles (CA).

Días 14 y 15: Los Ángeles (CA) - Santa Mónica (CA), y vuelta a casa.



Datos de interés

Tramitar ESTA

Solamente se puede obtener en la web oficial y sus siglas Electronic System for Travel Authorization, significan traducidas, Sistema Electrónico para la Autorización de Viajes. La web está en muchos idiomas entre ellos el español; su coste es 21 $, y su validez es de 2 años desde que se tramita (siempre y cuando el pasaporte la tenga también para dos años).

Hay que tener cuidado porque hay muchas páginas similares, que además de no ser la oficial, cobran más.

En esta ocasión nosotros todavía teníamos vigente la ESTA del año anterior.

 
HUSO HORARIO

En este viaje nos manejamos con tres husos horarios,

Los estados de Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma y Texas, pertenecen a la zona horaria Central Standard Time (CST), que en las fechas del viaje suponía una diferencia con España de -7 horas.

El estado de New Mexico, pertenece a la zona horaria Mountain Standard Time (MST), que en las fechas del viaje suponía una diferencia con España de -8 horas.

Los estados de Arizona, Nevada y California, pertenecen a la zona horaria Pacific Standard Time (PST), que en las fechas del viaje suponía una diferencia con España de -9 horas.

Indicar que Arizona no cambia entre hora de verano y hora de invierno.

Haciendo la Ruta 66 de Chicago a Los Ángeles, ganas dos horas con los cambios de huso horario.

 
MONEDA

En metálico nos llevamos unos 200 $ por pareja, solo para emergencias; y como siempre nos volvimos con casi todo.

En el viaje, usamos REVOLUT como siempre, funciona estupendamente y hace un cambio muy bueno, durante el viaje oscilaba alrededor de 1 € = 1’06 $; pero nosotros ya habíamos cambiado previamente lo que más o menos íbamos a necesitar, cuando estaba mejor el cambio (1 € = 1’10 $). Hay que tener en cuenta que cada mes sólo se pueden cambiar gratuitamente 1.000 €, luego aplica una comisión de 0’5 %; y si se cambia el fin de semana (cuando el mercado está cerrado) aplica una comisión del 1 %.

Esta tarjeta va muy bien cuando eres un grupo, nosotros utilizamos una para gastos y otra para los hoteles que nos faltaban pagar; y la verdad que muy bien. La única pega en este viaje es que las retenciones de los hoteles han tardado un mes en devolverlas.

 
PROPINAS

Dejamos generalmente entre un 15% y un 20% según el trato recibido.

En este viaje nos hemos encontrado que en algunos restaurantes las propinas ya estaban incluidas, que en esos casos además fueron del 18% o 20%; y no fueron los lugares donde mejor atención recibimos. Hay que fijarse muy bien, porque aunque la incluyan, ellos te pasan la cuenta igual para que añadas más propina si quieres.

 
SIM

Esta vez compramos una SIM en Amazon, que utilizaba la red T-Mobile, 15 días con datos ilimitados costó 36 €; solo había que rellenar un formulario para decir que día querías que la activaran y ya está. Funcionó muy bien durante todo el viaje, en algunas zonas la cobertura se perdía, pero eran cortos espacios de tiempo.

También recargamos una tarjeta prepago de Vodafone (todavía estaba activa la que compramos en febrero), tarifa S (10 €), esta era principalmente por las llamadas gratuitas a España (300 minutos); también tenía datos (50 Gigas). Esta vez los datos funcionaron estupendamente, pero las llamadas no, varios días no pude llamar, sobre todo al principio.

 
ENCHUFES

Los enchufes de Estados Unidos son los de dos puntas planas, así que hay que llevarse un adaptador. Nosotros llevamos un adaptador con enchufe y dos tomas de USB, con ese tenemos suficiente porque no necesitamos cargar más que los móviles; aunque en este viaje tuvimos que usar otro adaptador, porque en muchos hoteles el enchufe estaba en la lámpara y no cabía por espacio. Pero siempre llevamos otro por si lo perdemos o cualquier cosa. Como nos pasábamos el día en el coche, e íbamos cargando los móviles, había noches que no hacía falta ni cargarlos.

Enchufes USA

 
CLIMA

En Chicago el día que llegamos bien, pero a la mañana siguiente durante un buen rato llovió en plan diluvio, por suerte el día fue mejorando y la tarde se quedó despejada. La temperatura durante el día unos 20º.

En la primera parte del viaje la temperatura era muy agradable, unos 25º por el día y 15º por la noche. La segunda ya cambió a más calor, por el día entre 30º y 35º, llegamos a 38 º (una cifra que en Fahrenheit llama mucho la atención porque son 100º).

En el Gran Cañón aunque al amanecer estaba fresco, no fue tanto como nos esperábamos, estuvimos a unos 8º y además sin viento; todo un lujo.

Lo bueno de los días de mucho calor, es que al subir al coche, como las paradas no eran largas, no le daba tiempo a calentarse mucho y el aire acondicionado se notaba al momento.

En general no nos podemos quejar del tiempo que nos hizo a lo largo de todos los días.

 
CARRETERA

Antes de estudiar el viaje, nos creíamos que la Ruta 66, era UNA carretera, pero nada más lejos de la realidad, a esta carretera originaria de 1926, le siguieron variantes (por llamarlo de alguna forma) de los años 30, 40, etc., hay veces que incluso no queda nada y es la autovía.

Nosotros fuimos gran parte del viaje por las carreteras antiguas, por alguna de las variantes de las primeras décadas; eso sí, cuando nos acercábamos a una gran ciudad, seguíamos las indicaciones del GPS, porque si no era una locura.

La ruta va desde Chicago a Los Ángeles, pero nos parecía curioso, que la gran mayoría de lugares a visitar estuvieran en el lado izquierdo de la carretera.

El asfalto, pues de todo, desde bastante regularcillo a bastante bueno.

 
COCHE

Lo reservamos a través de Booking y la empresa que nos dieron fue Hertz, hablamos con ellos directamente, varias veces para asegurarnos de algunas cosas.

El coche que nos asignaron inicialmente fue un Nissan Pathfinder, pero no nos cabían las maletas, el problema era que ni en ese, ni en ninguno de los que tenían allí (Chevrolet Suburban, Ford Expedition, y Cadillac Escalade).

Finalmente tras hablar con una empleada, nos dieron un CHEVROLET SUBURBAN, en el que sí nos cabían las maletas. Este tenía el maletero más grande y en la segunda fila dos asientos (no tres como como ser habitual), luego a la larga durante el viaje descubrimos que aunque teníamos que ir detrás dos personas era el más cómodo de todos los vehículos de este tipo que hemos probado; y otro punto a su favor era que para bajar los asientos de la segunda fila, se hacía con un botón. El coche nos lo dieron con 15.000 kilómetros.

Con este coche volvimos a nuestros orígenes, pues el primer coche de este tipo que usamos fue un Chevrolet Suburban, en el viaje a Boston y Nueva Inglaterra 2013.

Hicimos 4.614 kilómetros, solo 286 kilómetros más de los previstos, estaba contabilizada toda la ruta de la carretera al detalle, pero por ejemplo ir a cenar no, y todos los que hicimos por dentro del Parque Nacional del Gran Cañón tampoco.

Gastamos 154 galones de gasolina (583 litros), que nos costaron 614 $ (el litro salía a algo menos 1 €), y el coche hizo un consumo de 12’66 litros/100 km.

Foto https://www.gychevynewton.com/

 
PARKINGS

En la mayoría de los hoteles era gratuito, solo pagamos en Chicago, Las Vegas (18 $) y Los Ángeles (15 $).

En Chicago optamos por otro diferente al que nos indicaron en el hotel, Park 1 Auditorium Garage (63 East Congres Pkwy), porque estaba viejísimo. A pocos minutos del hotel teníamos Grant Park South Garaje (3255 South Michigan Avenue) que además de ser mucho más nuevo, costó un poco más barato que el que nos ofrecía el hotel, 45 $ por noche.

En los Ángeles tuvimos que usar tres parkings más, uno en el Paseo de la Fama, otro en el Observatorio Griffith (tipo hora) y otro en el restaurante donde cenamos; cada uno de ellos costo alrededor de 20 $ por un par de horas o poco más.


LYFT-UBER

Lo usamos varias veces en Chicago, y una en Las Vegas, siempre miramos en Uber y en Lyft, y siempre nos daba Lyft mejor precio. Los vehículos bastante bien, incluso la mayoría de los XL, que la fila de atrás suele ser bastante pequeña en algunos modelos.

 

Día 1: vuelos a Chicago

Otro viaje más con un buen madrugón, el despertador sonó a las 3’45, y en poco más de media hora bajamos a esperar el taxi, que como siempre llegó muy puntual; a esas horas no había tráfico, así que en 15-20 minutos llegamos al Aeropuerto.

El resto del grupo ya estaba allí, facturamos en un momento, y pasamos el control de seguridad en un momento también; sin incidentes por parte de nadie. A las 5’20 ya estamos sentados tomando un capuchino en Tim Hortons, que malo estaba, no me lo explico como en la máquina de casa salen mucho mejor.

El vuelo a Zúrich embarcó en hora, y salimos minutos después de su hora que era las 7’00, vuelo tranquilo y llegamos minutos antes de la hora programada, que era las 9’05.

A las 9’05 ya habíamos bajado del avión, y aunque parezca mentira en 20 minutos, llegamos al tren que te cambia de terminal, pasamos el control de pasaportes, y llegamos a la puerta de embarque. Todavía estaban con el grupo 1 (nosotros teníamos grupos 4 y 6), esperamos un poco para embarcar, pero en el avión esperamos más de media hora. Finalmente salimos 10’25, cuando su hora prevista era las 9’50; por lo que fuimos observando días anteriores, suele llevar media hora de retraso.

Teníamos dos grupos diferentes de embarque, porque hicimos dos reservas diferentes, en total llevábamos cuatro maletas grandes y dos de mano; así que hicimos una reserva de cuatro con maleta facturada, y otra de dos personas sin maleta facturada (nos ahorramos unos 100 € entre todos); y luego compramos asientos para estar todos juntos. Pues lo que hicieron a pesar de que íbamos juntos en las mismas filas, fue que a los de maleta facturada les dieron grupo 4, y los que no la llevaban al grupo 6 que era el último. Lo deben hacer porque así a los del grupo 6 que lleven maleta de mano, al subir los últimos se les complica ubicarla en la cabina; pero nosotros lo que hicimos fue que las subimos los del grupo 4.

Al poco de salir nos dieron un snack, y al rato la comida (aceptable), luego café, mas tarde agua, y más tarde un helado. Luego un poco de siesta, yo me vi una peli, un rato de tertulia, y ya cuando quedaban unas dos horas para llegar, la merienda, que fue una quiche de espinacas (podría ser mejor pero bien), que también iba con una pasta, y ya al final la clásica chocolatina de Swiss. Y más o menos llegamos en hora, a las 12’35.

Una vez bajo del avión, llegamos al control de pasaportes, y aunque había gente estaríamos unos 20 minutos, a la 1’35 ya habíamos finalizado todos con el trámite.

Luego con un trenecito en 10 minutos llegamos a la zona de alquiler de coches, en Hertz estaríamos casi media hora con todo el papeleo. En el coche que nos asignaron (Nissan Pathfinder) no nos cabían las maletas, vimos todos los que había allí, Chevrolet Suburban, Ford Expedition, Cadillac Escalade, hasta miramos la furgoneta de Ford, y allí estábamos dando vueltas. Por suerte llegó una empleada que hablaba español y le preguntamos, ella fue a hablar con su jefe (le dimos una propinilla), y nos cambiaron a un Chevrolet Suburban que era algo más grande, y en ese maletero sí nos cabían, las cuatro maletas grandes y las dos de pequeñas.

Nuestro problema de maletero en el Nissan Pathfinder

Al final eran casi las 3 de la tarde cuando salimos del Aeropuerto, nos llevó algo más de una hora el tema del coche, pero finalmente su pudo solucionar bien. El trayecto hasta la ciudad fue de cerca de una hora, había bastante tráfico pero sin grandes atascos, así que bien.

Llegamos al Congres Plaza Hotel en S. Michigan Av., bajamos las maletas y Luis y Alfredo se fueron a aparcar a Grant Park South Garaje, luego hicimos el check-in, subimos a las habitaciones y dejamos las cosas.

A las 4’45 salimos con un Lyft XL (15 $) hacia DuSable Bridge, en pleno centro, a ver si nos daba tiempo de coger un barco, pero sólo quedaban cruceros a partir de las 6, pero a esas horas ya sería de noche, y no nos apetecía.

Así que paseamos tranquilamente por la zona mientras iba anocheciendo, la ciudad estaba tomada por mejicanos, con sus coches y banderas, tocando claxons; luego nos enteramos que celebraban el Día de la Independencia de México.



Que ilusión en las primeras horas del viaje











A las 7’30 fuimos a cenar, para nuestros cuerpos ya era más de medianoche y teníamos hambre, fuimos a Nando’s Peri Peri, pedimos todos pollo asado acompañado de arroz, estaba muy rico, aunque algo picante para nosotros, pero a pesar de eso cenamos muy bien; tres combos junto con los refrescos y las cervezas, nos costó 112 $ con propina incluida (unos 17 € por persona).


Luego tras unas pocas fotos nocturnas, pedimos un Uber XL (27 $) para regresar al hotel; nos costó más del doble que el que pedimos por la tarde, pero igual entre que era de noche y estaba todo cortado, había mucha vuelta que dar.

Una vez en el hotel, Alfredo, Santi y yo, nos quedamos por los alrededores viendo los edificios iluminados, la zona estaba cortada al tráfico y se podía pasear tranquilamente. Tras casi 24 horas en pie nos fuimos al hotel a descansar, con la satisfacción de que sólo llevábamos unas horas en Chicago, pero nos estaba gustando mucho.






Kilómetros aproximados: 36.


Día 2: Chicago

Pusimos el despertador a las 6’30 por si acaso, pero a las 5 ya estábamos despiertos; dormimos unas 7 horas, así que no estaba nada mal.

Nos lo tomamos con calma, y salimos del hotel a las 7’45, el día estaba fatal, más que llover estaba diluviando. Pedimos un Lyft XL (16 $) para ir a Lou Mitchell’s, todo un clásico, que lleva abierto desde el año 1926, y donde acuden a desayunar los viajeros antes de comenzar la Ruta. Como los lunes está cerrado, nosotros fuimos el domingo aprovechando el jet lag.

Cuando llegamos llovía a mares, no podíamos casi ni bajar del coche, allí habíamos quedado a las 8, con Débora y Guillermo; una antigua compañera de Alfredo que ahora vive en el estado de Wisconsin, y Chicago le pilla a un par de horas de su casa.

Algunos pidieron tortitas y otros huevos con beicon, yo me decante por unas tortitas con fresas, estaban bien, pero es que yo a las tortitas las encuentro muy sosas (como no les pongas mucho sirope no saben a nada); el desayuno de los ocho, junto cafés y chocolates calientes, nos costó 157 $ con propina incluida (cerca de 18 € por persona). La verdad que caro para un desayuno, pero no nos pudimos resistir a ir a este clásico de la Ruta.

Tras el desayuno, había dejado de diluviar y sólo llovía, así que pillamos dos Lyft (15 $ cada uno) para ir al UNITED CENTER. A las 10 abrían la tienda, y desde allí hay un acceso a una zona del pabellón donde se encuentra una estatua de Michael Jordan, pero no pudimos verla, porque el acceso estaba cerrado por un evento. Dimos una vuelta por la tienda y nos fuimos.



Luego parte del grupo se fue con Débora y Guillermo, y el resto con Lyft (15 $) al JOHN HANCOCK CENTER (875 North Michigan Avenue), allí en el piso 95 hay una cafetería con muy buenas vistas. La idea inicial era ir a la Torre Willis, pero con el mal día y teniendo en cuenta el precio de las entradas (unos 40 $) no era plan. Pasamos un rato muy agradable en el CloudBar at 360 Chicago, aquí por lo menos sólo nos costaba una consumición, los precios estaban bien, las cervezas creo que 10 $. Aquí observamos que la cuenta venia con el 20% de propina incluida, aunque ellos te siguen pasando el ticket igual por si quieres añadir más propina.






En los alrededores del John Hancock Center

Después de esta visita el día había mejorado bastante, y aunque seguíamos con nubes amenazantes, a esas horas no llovía y se veía algún rayo de sol, y decidimos ir a Chinatown; una parte del grupo se fue con Débora y Guillermo, y otra parte se quedó a esperar a Clara, la sobrina de Lourdes que actualmente vive allí.

Una vez juntos en CHINATOWN, dimos un paseíto, compramos algún imán, y luego ya a comer.

Elegimos Golden Bull Restaurant (más bien lo había elegido Débora), como éramos nueve nos sentaron en una mesa redonda, esas que tienen la parte central que da vueltas, pedimos un montón de platos (noodles, arroz, pollo, cerdo, ternera…) y comimos muy muy bien. Toda la comida con las bebidas nos costó 145 $ con propina incluida (cerca de 15 € por persona), salimos encantados, y nos había costado más barato que el desayuno.


Tras la comida nos despedimos de Débora, Guillermo y Clara. Nos acercaron a la zona de DuSable Bridge, porque finalmente las nubes habían desparecido y parecía que finalmente podríamos hacer el crucero por el río.

Elegimos la compañía CHICAGO'S FIRST LADY, y el crucero CHICAGO ARQUITECTURE RIVER CRUISE de las 5 de la tarde, que era de 90 minutos; nos costó a cada uno 57 $ impuestos incluidos (unos 52 €). Nos decidimos por esta compañía por horario y porque tenía zona interior, y no sabíamos si al final del paseo iba a hacer frío. El crucero nos gustó mucho, sobre todo al principio, pero para mi gusto el de 90 minutos se mi hizo un poco largo. Felices, porque el crucero era algo que nos apetecía mucho y hasta última hora no supimos sí el tiempo nos iba a acompañar.
























Tras el crucero y como la tarde era agradable fuimos paseando hacia el hotel, que serían unos 25 minutos. De camino hicimos parada en el lugar donde se encuentra el cartel de INICIO DE RUTA (78-98 East Adams Street).



Pequeño descanso en el hotel, y dejamos ya organizadas las maletas; no entiendo como en dos días podíamos haberlas desordenado tanto.

Sobre las 8’30 fuimos andando a cenar a Giordano’s, a unos 15 minutos teníamos uno (en 223 West Jackson Boulevard); el otro plan era la famosa Pizzería Uno, pero nos pillaba más lejos desde el hotel y nos daba un poco igual. Pedimos un combo de entrante para compartir, un plato de pasta y la famosa pizza estilo Chicago, llamada “deep-dish pizza” que traducido es algo así como “pizza en plato hondo”, la más pequeña por supuesto. La pizza estaba rica, aunque los italianos deben de tirarse por la ventana cuando la vean, porque son como unas 5 pizzas juntas; la salsa de tomate estaba espectacular, pero con un trozo ya cenamos, el combo no nos gustó. La cena junto con los refrescos y cervezas costó 132 $ con propina incluida (20 € por persona).


Luego regresamos al hotel, y a dormir pronto, mañana comenzaba la Ruta.

Típica imagen que hemos visto en las películas