Día 8: Amarillo (TX) - Santa Fe (NM)

Arrancamos otro día más en la Ruta, y tras el desayuno (que lo teníamos incluido) logramos salir a las 8 en punto.

Gofre con la forma del estado de Texas

La primera visita del día nos pillaba cerca, porque era en el mismo AMARILLO, saliendo del pueblo, a unos 15 minutos. CADILLAC RANCH, es una de las paradas clásicas de la Ruta, y de la que se ven muchas fotos, son unos Cadillacs incrustados en el suelo, que la gente va pintando; no es una gran cosa, pero por lo menos las fotos quedan coloridas.

A lo lejos los Cadillacs

Justo al lado esta CADILLAC RANCH RV PARK CADILLACS, donde hay unos Cadillacs, y junto a ellos, 2ND AMENDMENT COWBOY, que es un vaquero gigante.

En media hora llegamos a ADRIAN, donde se encuentra MIDWAY POINT OF ROUTE 66, que es el punto que marca justo la mitad de la Ruta.

Sólo nos quedan 1.833 kilómetros 

---------- NEW MEXICO ----------

Este cambio de estado nos suponía ganar una hora, pues había que retrasar los relojes.

Y llegamos a GLENRIO, RUSSELL'S TRUCK & TRAVEL CENTER, es un pequeño museo de coches y viejas máquinas de Coca Cola, que es gratuito, y se encuentra dentro del restaurante del área de servicio; el museo no está mal, lo único que están todas las cosas juntas y no las puedes apreciar bien.

Continuamos hasta TUCUMCARI, en ese pueblo hay varias cositas. Una de ellas es TEEPEE CURIOS, una tienda de regalos estilo tipi, que es un buen sitio para comprar regalitos y además la foto por fuera no está mal. Cerca de allí esta BLUE SWALLOW MOTEL, un clásico motel de carretera que queda bien en las fotos.

Aquí hicimos una parada para tomar refrescos de nuestra nevera, y luego pasamos por LOWE'S MARKET MURAL, que según dicen es el mural más grande de la ruta con 40x7 metros.

Antes de irnos visitamos NEW MEXICO ROUTE 66 MUSEUM, que tiene algunos coches, pero la verdad que nos pareció flojillo comparado con otros. Horario: 10-14. Precio: 5 $.

Y muy cerca de allí, ROUTE 66 MONUMENT, un monumento diferente a otros.

Tras estas visitas y una hora de viaje, llegamos a SANTA ROSA, fuimos directos a comer a Silver Moon Café, para que nos dieran mesa antes nos partimos en dos mesas, pedimos tacos que estaban muy ricos, pescado y pollo; la comida estaba bastante rica, pero la atención dejaba un poco que desear. La comida junto con las bebidas nos costó 123 $ con propina incluida (cerca de 19 € por persona).

En este pueblo visitamos otro museo, ROUTE 66 AUTO MUSEUM, no era muy grande, pero estaba muy bien, con bonitos coches y todo muy bien iluminado; incluso tenían algunos coches en venta. Nos gustó mucho más que el anterior. Horario: 8-17. Precio: 5 $.

A medida que íbamos avanzando por el estado de New Mexico, se notaba mucho el cambio de paisaje, había desparecido el verde y era todo marrón.

Y ya pusimos rumbo hasta SANTA FE, donde íbamos a pasar noche y hasta donde teníamos casi dos horas. Aparcamos en el centro y salimos a pasear, antes de venir a esta ciudad le teníamos muchas ganas, pero entre que la tarde nos recibió con nubes y amenaza de lluvia, un frío que no esperábamos y la infinidad de tiendas que veíamos por todas partes, pues nos dejó un poco plof; y encima el parking nos costó 20 $.

Decidimos poner rumbo al hotel, que estaba a 20 minutos del centro, una vez en el Inn at Santa Fe, Surestay Collection by Best Western - Concept LLC descansamos poco más de una hora.

A las 7’45 salíamos a cenar al Restaurante La Choza (10-15 minutos en coche) en previsión de que era sábado y nos tocaría esperar; al llegamos nos dijeron 45 minutos, pero al final fue un poco menos. La cena estuvo rica, pedimos taquitos, burrito, hamburguesa y bowl de carne; nos echamos unas risas con la “sopapilla” nosotros esperando una sopa y era un tipo de pan; que incultura. La cena junto con los refrescos y las cervezas nos costó 158 $ con propina incluida (24 € por persona); como vieron que en un par de platos (que eran muy picantes) se había quedado la mitad, sólo nos cobraron uno, la verdad que un detalle. Nos llevamos una pequeña desilusión porque íbamos con la idea de unas fajitas, pero no tenían.

Regresamos al hotel, con ganas de descansar e irnos de Santa Fe, al final ni el pueblo era como lo esperábamos, ni la cena tampoco.

Kilómetros: 480.